Comentario
La mañana es fresca, como
corresponde a la época otoñal en la que hacemos la etapa, y las
manos y las orejas se quedan frías.
El sol se
despereza tímidamente y con sus rayos empieza a calentar y las
verdes praderas van tomando de nuevo su hermoso color al desaparecer
la escarcha. Los árboles de hoja caduca y el hermoso manto de la
bruma nos pintan una maravillosa estampa. Los Nuevos Caballeros
Andantes quedan extasiados ante las vistas que la naturaleza les
ofrece. La conversación gira entorno a lo poco que somos y lo
grandes que nos creemos.
La caminata
empieza en la misma parada del bus 726, que está situada en el
aparcamiento público del pueblo. Por la calle Eras de Arriba nos
encaminamos hacia el camino de Miraflores.
Rodeados de
vegetación de todo tipo, (enebros, fresnos, encinas, etc.), seguimos
a buen ritmo y mejor humor, hasta cruzar la Vereda de las Viñas. Una
ruta local nos acompaña, la ruta de los Dedros con carteles
explicativos de los árboles, con su nombre científico y las
curiosidades que debemos saber.
El arroyo
Navacerrada se nos interpone en el camino que es amplio y está muy
bien conservado. Grandes tubos por donde pasa el agua, hacen que
nuestros pies sigan secos y dispuestos a seguir caminando hasta
encontrar el puente que nos facilita el paso de la antigua vía
férrea de Burgos, ya sin servicio. No olvidemos que lo “moderno”
es el AVE, que nos ha hecho gastar miles de millones sin necesidad
ninguna, cuando había otros trenes tan rápidos y más baratos, por
no decir que alguno se lo “ha llevado crudo”.
Miraflores
está a la vista, como La Pedriza o el Cerro del Pendón que está
sobre nuestras cabezas.
El arroyo
del Valle tiene un puente que mejor no intentar cruzar por él.
Nosotros optamos por pasar por “las pasaeras” de piedra, aunque
alguno se arriesgue a meter el pie por alguno de los enormes agujeros
y cruce por el puente. Lo malo es cuando viene la crecida, ahí no
hay piedra que soporte el agua y, o pasas por la vigas peladas o no
lo haces.
El GR-10
está en nuestra mente aún por haberlo recorrido la primavera pasada
y lo seguimos un trecho.
Las calles
Ramón y Cajal y de la Estación nos llevan hasta la M-610, que
dejaremos un poco más adelante para que las calles del Aguadero y
Riaza, nos permitan llegar a la Iglesia Parroquial y Ayuntamiento.
Desde este
punto iniciamos el retorno por un camino diferente en dirección a
la antigua estación de RENFE de Miraflores de la Sierra.
Un tramo de
la M-611, la calle Camino Nuevo y Jazmín nos llevan a enlazar con
el GR-10 que sentirá las huellas de nuestras botas hasta llegar a la
calle de la Estación, por donde descenderemos hasta las vías, por
donde caminares por un sendero paralelo sin problema alguno.
Cruzamos el
arroyo del Valle por un viaducto e inmediatamente tomamos un caminito
que sale a nuestra derecha para ir descendiendo poco a poco entre
jarales y enebros. Es la vereda de las majadas de Belén.
Nos
encontramos con una cancela con un cartel de propiedad privada que es
la entrada a una finca que iremos bordeando, sin dejar el camino que
discurre pegado a la pared. Despreciando una vereda que sale a
nuestra izquierda, llegaremos a las Majadas de Belén, que están
abandonadas.
Cruzamos el
arroyo Navacerrada y un poco más adelante disfrutamos de las vistas
que nos ofrece un otero. Nos encaramamos en el más alto de los
riscos y nos quedamos extasiados con lo que podemos observar a
nuestro alrededor.
Ahora
descendemos por la Vereda de la Huelga un pequeño tramo para
rápidamente girar a nuestra izquierda y tomamos el camino del Molino
de las Viñas.
Pasamos por
la urbanización El Manantial y también el Regajo Merino. Entre
enebros, fresnos, chopos, encinas y jaras, vemos la cartelería de
una ruta local, la ruta de los Dedros, que nos explica muy bien la
clase de árbol y su nombre científico.
Hermosos
ejemplares vacunos de limusin pastan tranquilos en las verdes
praderas cuya hierba ha brotado gracias a las abundantes lluvias
otoñales de los días pasados. Admiramos una explotación de vacas
lecheras que queda a nuestra izquierda, creemos que son frisonas,
aunque todo esto lo ponemos en cuarentena debido a nuestra ignorancia
en materias campestres, pero si sabemos que la leche que tomamos o
los filetes que comemos no salen ni de un envase de cartón ni de una
bandeja del mostrador frigorífico de supermercado.
Llegamos a
nuestro punto de destino justo en la parada del bus 726 que tomaremos
para retornar a Madrid.
Ruta
muy sencilla, recomendada para cualquier época del año, aunque hay
que tener en cuenta que el arroyo Navacerrada no tiene puente para
cruzar en la zona que nosotros pasamos en la vuelta, por tanto puede
venir crecido en época de lluvias abundantes.
Época recomendada: Primavera, Otoño, Invierno.
Transporte: Tomamos el autobús 726 que sale desde el intercambiador de Plaza Castilla y al ser circular, tomamos el mismo autobús para el regreso.
Galería de fotos
Video de la ruta
Caballeros participantes: Antonio, Tomás, Miguel, Fermín, Frank, Amador, Carmelo, Antonio Burdalo, Román.
Nivel de dificultad: Media
Distancia: 20,3 km
Desnivel + 357 metros Desnivel - 362 metros
Tiempo total: 5h 47'
Tiempo en movimiento: 4h 45'
Tiempo parado: 1h 01'
Velocidad media total: 3,52 km/h
Velocidad media en movimiento: 4,28 km/h
Ritmo medio total por km: 17:05 min/km
Ritmo medio en movimiento por km: 12:42 min/km
Indice IBP Index: 60
Descargar Track ruta GPX aquí
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