En este blog, me gustaría, que las personas que en su interior sientan deseos de expresar lo que deseen sobre lo que hacemos a la Naturaleza, al medio donde vivimos, ya sea bueno o malo y lo quiera compartir. Le invito a que lo haga aquí.
Hoy parte nuestra ruta de La Alcarria Conquense, justo al pie de la Presa de Buendía. Hace unas semanas realice otra ruta muy bonita desde este mismo lugar La Ermita de los Desamparados. Mientras estaba realizando esta ruta, me fijaba en la Sierra de Santa Cruz que me iba siguiendo por mi izquierda al otra lado del río Guadiela. La veía y me decía que bonito sería caminar por esa parte alta y disfrutar de las vistas en altura de este bonito cañón. Así que dicho y hecho me puse manos a la obra para confeccionar una ruta por la zona. No fue fácil, pues son sendas por las que no ha pasado prácticamente nadie y el mayor desafío sería como bajar desde las alturas al cañón.
Comienzo mi ruta al otro lado de la Presa de Buendía, justamente por donde saldré del túnel del río Guadiela.
Es temprano y aprovecho para hacer la mayor distancia posible, antes de que arrecie el calor. Cruzo la presa y al otro lado a la izquierda existen unos paneles informativos de la ruta marcada como sendero de pequeño recorrido PR-CU 47 o también llamado Senda a la Ermita de los Desamparados.
Bajo junto a la presa por una buena pista, a medio camino me encuentro a mi izquierda con un bonito Mirador del río Guadiela.
Nuestro camino se enfila hacia el interior del cañón siguiendo las tranquilas aguas del río Guadiela.
La pista ancha te da tiempo a disfrutar mientras caminas del sonido del agua correr a tu lado, de algún que otro buitre sobresaltándote.
Llegamos al Puente del Pontón, llevo buena marcha y ahora tengo que cruzarlo pues mi ruta será por la otra margen del río.
Al cruzar el puente te desvías un poco hacia la izquierda, para subir unas pequeñas clavijas puestas en una roca, que te facilitarán el poder continuar tu camino por una vereda en la parte alta. Pero resulta que de mi vez anterior a esta, el nivel del río había aumentado y lo que antes estaba sin agua ahora la tenía. No me queda más remedio que descalzarme y meter los pies en el río si deseo continuar. Afortunadamente el agua no estaba demasiado fría, ni tampoco tan profunda. Eso si, subir al primer peldaño es algo complicado, debes tener las piernas largas. Lo peor que descalzo los pies al apoyar sobre estas clavijas lo notaban y se hacia costoso. Pero en cuanto subías la primera clavija ya estaba hecho. Una vez arriba me seque los pies, me puse las zapatillas y de nuevo en marcha. Sigo una pequeña vereda muy pegada al río, que en algunas ocasiones también se podría encontrar agua, hasta que subes un poco para enlazar con nuestra senda. La tomaremos a la derecha para seguir caminando junto a nuestro río Guadiela. Según avanzamos tenemos algunos miradores o lugares en los que yo me aparto un momento para poder disfrutar de la belleza del lugar.
El agua tiene un color azul verdoso turquesa que me encanta. En la otra margen se observa la pista que nos llevaría a la Ermita de los Desamparados. Seguimos caminando y como yo siempre me fijo en muchas cosas, observo a mi izquierda un pequeño hueco en una gran roca que bien podría servir de refugio improvisado.
La senda continua hasta una zona muy cercana ya a la Ermita de los Desamparados, es un bonito mirador de la zona. A nuestro lado queda el Cerro de los Borrachos con una cruz en lo alto, que ahora desde esta posición no logro ver.
Mirador de la Ermita de los Desamparados, me quedo un rato disfrutando de la belleza de este lugar. La senda comienza a ir ganando altura y separándose del río Guadiela hacia el interior. Tenemos varios cruces en la zona según vamos subiendo. Hasta que vamos a dar con una buena subida, como unos 500 metros al 20% de desnivel que van haciendo mella. Así que, como me digo siempre en estás circunstancias pasito a pasito sin levantar la cabeza del suelo, para no ver lo que me queda. En cuanto vas subiendo si hechas la mirada atrás, vas viendo como el río se hace mas pequeño y tienes una amplia visión de la zona.
Ya hemos llegado digamos a la parte más alta, donde comienza la cresta de la Sierra de Santa Cruz, aunque aún seguiremos subiendo hasta llegar al vértice geodésico de San Cristobal. El camino es bueno estamos viendo desde arriba dos paisajes distintos. A mi izquierda el valle formado por el río Guadiela y a la derecha el pueblo de Buendía con los restos del embalse de Buendía en una amplia llanura.
Vemos unas antenas en nuestro camino, es la zona denominada El Corral de los Conejos desde este lugar tenemos una bella vista del valle del río Guadiela.
Sigo por este buen camino, a cada paso que voy dando me arrimo un poco a mi izquierda para disfrutar de esta maravilla de vistas.
Me desvío unos metros del sendero principal a la izquierda para subir al vértice geodésico de San Cristobal con sus 1066 metros de altura. Ahora toca bajar todo lo subido hasta que llegue a la senda por la margen del río Guadiela. Si miras a la derecha ves a la orilla del embalse el pueblo de Buendía. El año pasado estuve realizando una de las rutas más conocidas de la zona, La Ruta de las Caras, os la recomiendo.
Este camino llega al Collado Carraredonda. En este punto giramos a la izquierda para comenzar la bajada por una brecha en la Sierra de Santa Cruz.
La primera parte tiene una fuerte pendiente, me sorprendió el seguir una pequeña vereda algo difusa. La verdad que se agradecía seguir una pequeña marca de bajada. Llego a una zona en la que los grandes bloques de piedra te rodean y aquello parece un pequeño vergel.
Se nota que aquí tiene que manar agua por algún lugar. Me acerco un poco a la pared y efectivamente veo una pequeña cueva donde nace un manantial.
A partir de aquí es cuando se complica un poco más la ruta. Me voy hacia la derecha intentando perder poco a poco altura hasta llegar al río Guadiela y la senda que lo sigue. Esta parte es un campo través total, pues la vereda casi ha desaparecido. Tienes que ir eligiendo la mejor bajada posible. Ya sabía de antemano que esta bajada tendría su miga y ahora la estoy sufriendo. Al fondo me fijo en el lecho de un arroyo seco. En mi pensamiento me digo que probablemente sea algo más fácil bajar por él. Así que, sin dudarlo me dirijo hacia él. En cuanto llego se nota la diferencia de piso, es de piedra y no tienes tantos matorrales.
Al fin doy con la senda del río Guadiela, ahora mi camino de regreso es mucho más cómoda. Lo único malo, que el calor está apretando de lo lindo. Ya son las 3, con este calor el agua va disminuyendo progresivamente. En estos momentos en donde tu mente debe trabajar para abastecerte del rico elemento y no quedarte sin él.
Llego a una pista asfaltada, que tomo a la derecha en dirección a la presa. Paso junto a un mirador y unos metros más adelante tenemos un túnel que cruzamos sin problemas. Al final del túnel ves una reja que no tiene candado y ya hemos terminado nuestro paseo.
Deseo que os guste esta ruta.
Vídeo de la ruta
Vídeo del perfil de la ruta
Época recomendada: Primavera, Otoño e Invierno, en Verano la falta de sombras se notará, a no ser que se realice muy temprano.
Transporte: Vehículo propio.
Participantes: Antonio
Nivel de dificultad: Dura Distancia: 18,32 km Desnivel + 635 metros Desnivel - 637 metros Tiempo total: 6h 15 Tiempo en movimiento: 4h 59' Tiempo parado: 1h 16' Velocidad media total: 2,93 km/h Velocidad media en movimiento: 3,68 km/h Ritmo medio total: 20:10 min/km Ritmo medio en movimiento: 14:28 min/km Indice IBP index: 70 Informe
Hoy nos hemos acercado a la Zona de Riaza, donde se tienen multitud de excursiones para hacer. No hace mucho salí de un pueblo muy cercano San Martín de Ayllón al Pico de la Buitrera. En está ocasión nos vamos a dirigir al pequeño pueblo de Riofrío de Riaza en medio del gran valle, donde se halla el bonito Hayedo de la Pedrosa que recorrí hace tiempo. Salimos del pueblo de Riaza junto a un panel informativo de La Cañada Real Soriana Occidental, en alguna ocasión he recorrido parte de ella.
Una observación, al ser una ruta circular podemos hacerla en el sentido que más nos guste. Yo en mi caso hice la subida algo más fuerte al principio y bajando luego cercano al río Riaza. Aunque cuando bajaba miraba atrás viendo toda la cadena montañosa del Pico del Lobo. Así que es una decisión personal el sentido de elija uno.
Salgo hacia la izquierda por un buen camino en principio de bajada hacia el río Riaza.
En nuestro camino vemos numerosas zarzas, así que aprovechamos para ponernos morados, como bien dice la expresión. Al llegar al río Riaza vemos una pequeña pradera, un puente por el que cruzamos y unos paneles informativos de la flora y fauna del lugar.
Un poco más arriba observo algunas balizas informativas de algunas rutas que existen marcadas. Nosotros coincidiremos con algunas de ellas. Al ser una ruta que me he preparado yo, no seguimos ninguna al dedillo. Tenemos delante de nosotros varias opciones, la nuestra es de frente a la izquierda. Es una amplia pista que poco a poco nos irá haciendo ganar metros sin darnos cuenta. Según subes vas teniendo delante de ti, toda la zona del Pico del Lobo, al cual he subido en dos ocasiones una en verano y otra en invierno. Y un poco más a la derecha tenemos el Pico Tres Provincias, junto al Puerto de Somosierra.
Según vas subiendo se nos abre por nuestra izquierda una pequeña senda un poco difusa. Será por la que vamos a adentrarnos y abandonamos esta otra pista. Esta te adentra por una bonito bosque de robles y un mar de jaras. En algunas zonas se pierde un poco, pero como referencia, siempre seguir junto al arroyo.
Al final de esta vereda nos topamos con una alambrada que por medio de una portilla nos da acceso a una amplia pista forestal.
Caminamos unos pocos metros y llegamos al Collado de la Pradera, donde realizamos una pequeña parada para almorzar. Una vez repuesto de energías, vemos unos carteles de las rutas, tenemos una opción de regreso directo a Riaza. Este camino es de la gran pista que dejamos abajo. Y la nuestra es la que nos llevará al pueblo de Riofrío de Riaza.
Según vamos caminando nos encontramos con la sorpresa de una finca que se dedica al cultivo de frutos rojos. Además puedes pasar y cogerlos tu mismo por un módico precio de 3€ la tarrina. Nosotros nos dimos un pequeño paseo, a la vez que puedes probarlos según los coges.
Después de la recolección continuamos nuestro camino hasta llegar al desvío de entrada al pueblo. Ya iba siendo algo tarde, así que decidimos acercarnos para comer allí lo que habíamos traído. Cuando subíamos se escuchaba a lo lejos el sonido de una banda de música. Nos decíamos habrá fiesta y efectivamente nos estaban esperando todos en la plaza del pueblo.
Nos quedamos un rato mientras comíamos y escuchábamos la música tomando algo fresco. Salimos del pueblo junto a la iglesia de San Miguel.
Ahora toca bajar hasta el desvío, para girar a la izquierda y tomar El Camino de los Molinos que nos llevará a Riaza.
Este camino a estas horas de la tarde es una preciosidad cuando entra la luz entre las hojas de los robles.
De vez en cuando se abre la espesura del bosque y de deja algunas bonitas vistas.
El camino va perdiendo altura para acercarse cada vez mas al río. Una vez en él, podemos ver los bonitos reflejos que forman los arboles sobre sus aguas.
Cruzamos un puente de madera sobre el río Riaza, para llegar al pueblo por su margen izquierda.
Durante un pequeño tramo nos seguirá acompañando el bosquete hasta que se despeja para dejarnos ver nuestro destino.
Deseo que os guste este paseo.
Vídeo de la ruta
Vídeo del perfil de la ruta
Época recomendada: Cualquier época del año, en verano evitar las horas más soleadas. Hay zonas en la subida sin arboleda.
Transporte: Vehículo propio.
Participantes: Antonio, Angela y Rubi.
Nivel de dificultad: Fácil Distancia: 11,6 km Desnivel + 207 metros Desnivel - 187 metros Tiempo total: 5h 35' Tiempo en movimiento: 3h 35' Tiempo parado: 2h Velocidad media total: 2,09 km/h Velocidad media en movimiento: 3,25 km/h Ritmo medio total: 27:43 min/km Ritmo medio en movimiento: 16:23 min/km Indice IBP index: 38 Informe
Nos encontramos de nuevo en la Comarca de La Alcarria, en está ocasión en Cuenca. Vamos a descubrir el bello cañón que ha ido formando el Río Guadiela a su paso por esta zona. Saliendo desde la misma base de la Presa de Buendía, seguiremos el sendero balizado de pequeño recorrido PR-CU 47 con marcas blancas y amarillas, nos llevará a la hermosa Ermita de los Desamparados. Are algunas variantes al sendero principal, subiendo al Mirador del Morisco y volviendo por la otra margen del río Guadiela. Hace tiempo estuve también descubriendo La Ruta de las Caras, muy bonita.
Dejamos el coche junto a la presa, aquí podemos ver un panel informativo de la ruta que vamos a tener por delante.
Se trata de una ruta con poca dificultad en cuanto a perdidas, ya que en todo momento seguiremos junto al cauce del Río Guadiela. Bajamos teniendo por un camino junto a la presa al encuentro del río. En la bajada me fijo en un pequeño mirador, que parece que hace tiempo que esta en desuso por las hierbas que hay en él.
Te haces una idea, de hacia donde vas, aunque este cañón se ira cerrando cada vez más. Según avanzo me fijo en la corriente del río, ahora está mas bravío. Las sombras aún ocultan al completo el cañón.
Según voy recorriendo este bello rincón me quedo mas ensimismado en su belleza.
Me acerco al Puente del Pontón, de momento sigo de frente en dirección a la Ermita de los Desamparados, pero a la vuelta cruzaré este puente e iré por la otra orilla de vuelta a la presa.
Me quedo un rato, pues es una zona de gran belleza, aprovecho para almorzar algo. Me fijo que en este lugar en verano la gente aprovecha para darse un chapuzón. Continuo mi camino, hasta llegar a una mole de piedra que lo tomo como mirador.
Tomo algunas fotos y sigo. El cañón cada vez se va cerrando más, el bosque de pinos comienza a envolverte. Paso junta a una gran piedra que tiene un hueco en la parte baja, que bien podría servir de refugio en caso de lluvia.
Llego hasta el desvío que tomándolo a la derecha me va a llevar al Mirador del Moro. Si no quisiéramos hacer esta variante de la ruta normal seguiríais de frente hasta la Ermita de los Desamparados. En mi caso quería hacer alguna cosa más. La verdad que lo más hermoso, serán las vistas tan espectaculares que se tienen desde arriba.
Hasta con mi humilde cámara de fotos, pude retratar a una Garza Real.
Cuando vas caminando te fijas el trazado por el que va a discurrir tu senda y dices uffff pasa justamente encima de la Ermita a especie de cortado.
Cuando pasas a la altura por encima de la Ermita, te das cuenta que no es para tanto y se pasa sin ningún tipo de problemas. Según avanzo me cruzo con un alambre y una chapa indicando propiedad privada, sigo adelante. En este punto cada uno que haga lo que crea más oportuno. Al subir tendré varios desvíos hacia la izquierda, el ultimo bajo una torreta eléctrica, A partir de aquí la senda desaparece y comienza una pequeña vereda con mal piso, que va a ir avanzando entre retamas por la cresta hasta llegar al Mirador del Moro. Una vez allí me fijo como los dos brazos del río Guadiela se unen. Hay unas embarcaciones amarradas, junto al esqueleto de lo que un día iba a ser un complejo turístico. Lo que me hace gracia, que aún siga ahí, el ayuntamiento correspondiente que siempre tuvo las manos tendidas para recoger dinero. Ahora parece que le cuesta decir a quien lo levanto que lo tire abajo. Regreso sobre mis pasos y es curioso en cuanto voy bajando observo al fondo unas escaleras que suben desde la ermita. Me resulta extraño, pues desconocía que hubiese esa senda. Cuando pase a la ida no me di cuenta de nada. Así que observe a lo lejos el punto por donde tendría que mirar.
Al llegar al punto que vi de lejos, observo a mi derecha una pequeña vereda que haciendo zigzag va descendiendo hasta conectarse con las escaleras
En cuanto llegas a las escaleras ya todo es fácil, ya hemos llegado a la Ermita de los Desamparados. Me quedo un rato disfrutando de este remanso de paz es increíble la belleza de este paraje.
Tienes una pequeña fuente junto a la ermita y bancos para disfrutar de este hermoso lugar.
A regañadientes prosigo mi camino, toca un pequeño repecho para llegar al desvío por el que me desvíe hacia el mirador del Moro. El camino ahora es el mismo hasta llegar de nuevo al Puente del Pontón, aún así es irresistible el lugar, no puedes dejar de observarlo.
Una vez en el puente, cruzo a la otra orilla. ,
Al otro lado te encuentras con una gran pared, si te desvías un poco a la izquierda junto a la orilla del río, verás una piedra que tiene unos peldaños de hierro para ayudarte a subir.
En cuanto subes, sigues el curso de una pequeña vereda junto al río unos metros hasta enlazar con una buena senda. Voy caminando por la margen contraria por la que vine.
A veces va un poco más elevada que la otra, en ligera subida me deja en una pista de asfaltada. Esta termina a la entrada de un túnel, que cruzo sin problemas.
Aunque a lo lejos parecía estar cerrado, la portilla estaba abierta. No sería mala idea al comenzar la ruta, acercarse a la puerta por si está abierta. Si estuviera cerrada, haríamos el camino de vuelta por el mismo camino de ida. Ahora estoy junto a la presa de Buendía, la cruzo y me dirijo hacia donde había dejado el coche.
Deseo que os guste este paseo.
Vídeo de la ruta
Vídeo del perfil de la ruta
Época recomendada: Cualquier época del año, en verano evitar las horas de mayor calor.
Transporte: Vehículo propio, comenzamos junto a la la presa de Buendía.
Participantes: Antonio
Nivel de dificultad: Media Distancia: 16,2 km Desnivel + 220 metros Desnivel - 225 metros Tiempo total: 4h 48' Tiempo en movimiento: 3h 57' Tiempo parado: 50' Velocidad media total: 3,35 km/h Velocidad media en movimiento: 4,07 km/h Ritmo medio total: 17:40 min/km Ritmo medio en movimiento: 13:03 min/km Indice IBP index: 52 Informe
