Mapa de la ruta
Comentario
Comenzamos la ruta en la Estación de RENFE-CARCANIAS de Puerto de Navacerrada. La altitud es de más de 1.740 metros y nos proponemos llegar a más de 2.200 en La Bola del Mundo. La temperatura es de tres grados y el día se presenta indeciso: tan pronto sale el sol como de momento cae la niebla, por lo que los Caballeros no sabemos muy bien qué atuendo ponernos, si abrigarnos o ir un poquito más ligeros de ropa.
Al salir de la estación, tomamos la Senda de Arias hasta el aparcamiento del Puerto de Navacerrada a más de 1.800 metros. En el restaurante del mismo nombre, tomamos un café calentito y unos churritos que nos vienen estupendamente para tonificar el cuerpo y continuar con buen ánimo hasta la Bola del Mundo.
Cruzamos la carretera por el paso de cebra e iniciamos la subida entrando por una puerta metálica, (cuidado porque es bajita y algún despistado caballero se lleva un buen coscorrón en la cabeza), tomamos un camino de tierra que poco a poco nos va elevando de altitud.
Pasados ya los últimos edificios, vemos cómo la niebla envuelve todo el valle y al poco desaparece, como si alguien quisiera despertar a la damisela Tierra de un sueño pesado, quitando las sábanas de encima de su cuerpo y dejándonos disfrutar de las excelentes vistas paisajísticas del entorno. Esta adormilada Tierra se vuelve de nuevo a tapar para continuar disfrutando en brazos de Morfeo tras una larga noche de amor.
El camino está marcado con el PRM-11, que recorre la Cuerda Larga hasta el Puerto de la Morcuera. Al llegar al Collado de Las Cabrillas, se juntan el PRM-11 con el PRM-17 que procede de la Barranca. Mirando al sur, el grupo de Caballeros Andantes, ve el pueblo de Navacerrada, a la izquierda La Maliciosa y a la derecha, el Cordel de Las Cabrillas. Parece que la niebla se rinde y nos deja disfrutar por unos instantes de las magníficas vistas que nos brida el lugar.
Ahora la subida se endurece, el grupo se dispersa y cada cual toma el ritmo que más le conviene. Llegamos a la pista de cemento, por donde suben los ciclistas participantes de la Vuelta a España. Nuestra mente no deja de pensar en los Contador, Purito, etc., porque la dureza de la subida es impresionante para hacerla andando, cuanto más en bicicleta y después de llevar muchos kilómetros en las piernas.
La niebla sigue persistente y el grupo va compacto para hacerse las fotos de rigor en los neveros que aún quedan y comprobamos que en algunos puntos el grosor es de más de un metro.
Serpenteando entre la niebla, llegamos al telesilla Dos Castillas. Aparece el viento, la temperatura es muy baja y la sensación térmica por la llegada de Eolo es mucho menor. A los Caballeros solo les queda apretar los dientes y seguir. Los componentes de NUCABAN nunca caen rendidos ante ninguna adversidad, al contrario, eso les hace superarse y con la mente fría y el corazón caliente, salen airosos de todas sus aventuras. Tal vez por eso sean la admiración de las damas de todos los castillos que visitan.
Al coronar cima, en La Bola del Mundo, tomamos un ligero refrigerio en algún lugar al abrigo de fortísimo viento que sopla de poniente. Entre la niebla y el viento hacen que nuestros cuerpos tiemblen de frío que no se mitiga con nada.
Iniciamos la bajada por la Loma del Noruego, por el PRM-31. No vemos más allá de dos metros de distancia y casi estamos a punto de salirnos del camino por este motivo. Ahora vamos todos juntos y hablándonos en alto para que nadie se despiste y se quede rezagado.
A medida que descendemos, la niebla va quedando atrás y ahora vemos a nuestra derecha una de las muchas aberraciones que se hacen en la montañas: la construcción de pistas de esquí, llenándolo todo de cables e instalaciones que solo sirven para que algún empresario avispado se forre a costa de unos incautos que van a “disfrutar de la nieve”. Si tan aficionados son a este deporte, que tomen sus esquíes y suban andando hasta el punto de partida y se lancen a tumba abierta. No a los cables en la sierra. No a cualquier tipo de edificación. Sí a los caminos libres.
Desde el grupo NUCABAN, nos sumamos a la protesta de la Federación Española de Montañismo por el cierre de caminos. También hacemos un llamamiento a todos aquellos amantes del senderismo que no se salgan de los caminos marcados porque el daño que se puede hacer a la naturaleza es muy grave.
El Astro Rey nos saluda ahora y tonifica nuestros cuerpos. No podía ser menos. Vemos al norte la ciudad de Segovia, Siete Picos al oeste y el pico más alto de esta cordillera, Peñalara. Los Pájaros y Los Claveles a más de 2.400 metros, se rodean de bruma para ocultarnos sus encantos.
Dejamos el depósito del agua a nuestra izquierda y continuamos descendiendo hasta un cruce de caminos cerca del Puerto de Los Cotos.
Comprobamos las balizas que marcan rutas por el Parque Regional de Peñalara, RV1 marcada de color amarillo y la RP6 marcada en azul, que pasan por el Pingarrón y bajan todo el río Lozoya. Alguna nos acerca hasta el Monasterio del Paular.
Terminamos la ruta en la Estación de Cercanías de Los Cotos. Han sido tres horas de caminata que merecen una buena comida en el pequeño restaurante de la estación, donde fuimos atendidos con toda amabilidad.
Transporte utilizado: Salimos desde la estación de Renfe de Atocha hasta la estación de Renfe del Puerto de Navacerrada, habrá que hacer un cambio de tren en la estación de Cercedilla. La vuelta la haremos desde la estación de Cotos hasta Cercedilla, donde de nuevo cambiamos de tren hacia Atocha.
Época recomendada: Primavera, Verano, Otoño, Invierno
Galería de fotos
Caballeros participantes: Antonio, Tomás, Miguel, Amador, Manolo.
Vídeo de la ruta
Indice de dificultad Media
Distancia: 10,5 km
Desnivel + 566 metros Desnivel - 511 metros
Tiempo total: 3h 37´
Tiempo en movimiento: 2h 43´
Tiempo parado: 54´
Velocidad media total: 2,9 km/h
Velocidad media en movimiento: 3,8 km/h
Ritmo medio total por Km: 20´55´´
Ritmo medio en movimiento por Km: 15´43´´
Indice IBP Index: 72
Descargar Track ruta GPX aquí
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