En este blog, me gustaría, que las personas que en su interior sientan deseos de expresar lo que deseen sobre lo que hacemos a la Naturaleza, al medio donde vivimos, ya sea bueno o malo y lo quiera compartir. Le invito a que lo haga aquí.
Vuelvo de nuevo a Los Navalucillos en los
Montes de Toledo. La primera vez que estuve aquí, subí al
Rocigalgo . Me quede prendado con su subida y la bajada por los Chorros de Los Navalucillos. Me dije porque no hacer la otra cresta del valle de las cascadas, la
zona de Las Tejadillas
que me llamaban poderosamente la atención, así que dicho y hecho. Por
cierto hace unos días estuve muy cerca de aquí descubriendo la Hoz de Carboneros, donde hay una cascada preciosa también en Navahermosa.
Nuestro camino comienza en el mismo lugar donde la ruta anterior, pero en
lugar de bajar por los chorros, vamos a comenzar subiendo por ellos y
disfrutando de las dos hermosas cascadas y bellos rincones que esconde este
hermoso cañón.
Entre la Chorrera Grande y la Chica hay que pasar por una zona en la existe
un paso con cadenas en mi anterior ruta por el
Rocigalgo
tengo más información sobre ello.
Una vez arriba en el Collado del Chorro a la izquierda iríamos
hacia el Rocigalgo, pero giraremos a la derecha para subir a la máxima
altura de esta cresta Las Tejadillas con sus 1396 metros de altura en
la Sierra Fría.
Desde aquí comenzaremos el descenso por esta crestería que nos proporciona
unas vistas espectaculares.
La cresta en su primera parte se sigue bastante bien, una vez rebasado el
vértice de las Tejadillas se va a complicar un poco la orientación del
camino.
Ya no hay senda, sino que hay que dejarse guiar por la multitud de hitos de
piedra que generosamente han colocado la gente, GRACIAS. Estos nos
ayudarán a proseguir y salvar esta zona algo más rocosa.
Nos encontramos en Navalafuente en las cercanías de la
Sierra de la Cabrera
de Madrid. Desde este municipio he realizado numerosas rutas algunas de
ellas me han servido para la confección de esta ruta que vamos a
realizar hoy.
Nuestro paseo saliendo desde Navalafuente nos a va llevar por el
Camino de Santiago Alcalaino
que realice con el grupo de Nucaban en dirección a Miraflores de la
Sierra. Recorreremos algunos de los túneles del Tren del Norte que
al día de hoy se pueden recorrer ya que el tren hace años que dejo de
funcionar desgraciadamente para la gente. Pasaremos por el
Antiguo Destacamento Penal de Bustarviejo, donde Franco tuvo a personas en campos de trabajo forzados. Desde ahí
llegaremos a la
antigua estación de ferrocarril de Bustarviejo-Valdemanco. Nos
introduciremos en el Laberinto del Berrocal para llegar a las
orillas del Arroyo de Gargüeña que nos dejarán en la
Cascada del Cancho.
Nota: Al ser una ruta circular puede hacerse en cualquiera de los
dos sentidos. Lo digo porque la bajada a la cascada del Cancho es más
resbaladiza y el que lo desee puede hacerla subiendo.
Salimos desde un pequeño aparcamiento a la salida del pueblo.
Conectamos con el Camino de Santiago Alcalaíno en la etapa de
Navalafuente a Miraflores de la Sierra. Nuestro camino coincide con la ruta Árboles de Navalafuente creada
recientemente por su ayuntamiento.
Según vamos subiendo podemos ver las dehesas que rodean el municipio con
el Cerro de San Pedro al fondo.
En el primer cruce nos desviamos a la derecha abandonando la compañía
del Camino de Santiago. Seguimos subiendo hasta conectar con el Camino de las Viñas.
Una vez que caminamos por este camino vemos que por nuestra izquierda
se aproximan las vías del Tren del Norte. En el punto más cercano a ellas abandonamos el camino de las Viñas
para dirigirnos a las vías.
Delante de nosotros aparece el túnel número 9 El Pendón, que
vamos a atravesar tiene unos 300 metros de longitud.
Es una pequeña aventura el cruzar este túnel aún con las vías sobre el
suelo. En mis tiempos en los que recorría vías verdes, cruce muchos de
estos antiguos túneles, deseo que en un futuro cercano este trazado pase
a ser una bonita vía verde.
Veníamos pertrechados con linterna y frontales para sumergirnos en la
oscuridad del túnel. Al ser en curva no llegas a ver la salida hasta
haber recorrido un pequeño tramo de este.
Una vez que salimos del túnel seguimos caminando junto a las vías hasta
llegar cerca del Destacamento Penal de Bustarviejo donde nos desviamos a
la izquierda para abandonar por el momento el trazado del tren.
Vemos una pequeña lancha de piedra que aprovechamos por sus vistas para
almorzar y descansar un poco.
Una vez que hemos descansado y disfrutado de las vistas de las
montañas que nos rodean como
El Mondalindo,
Peñas Negras,
Sierra del Pendón
y
La Sierra de la Cabrera. Nos acercamos al Destacamento Penal de Bustarviejo. Es
triste pensar que en estos edificios hubo personas que se encontraban
presos y que fueron utilizados para la construcción de parte del Tren
del Norte en esta zona.
Rodeamos las edificaciones y bajamos de nuevo al encuentro de las vías
del tren.
Volvemos de nuevo al trazado del tren y un nuevo túnel nos espera. Este
túnel es mucho más corto ya que podemos ver perfectamente la salida.
A la salida del tren tenemos que cruzar un viaducto bien ancho que nos
da acceso a la antigua estación de Bustarviejo-Valdemanco.
Nos damos un paseo por lo queda de la estación, es una lastima el
abandono que se tiene de estas infraestructuras. Al menos vemos una
escultura.
Cruzamos la vías del tren para tomar una pequeña vereda y despedirnos
de la estación. La senda pasa junto a antiguas canteras donde queda una pequeña laguna estacional.
La Senda pasa entre muros junto a la Laguna de Navalengua.
Nuestro camino se va a sumergir en un pequeño laberinto entre grandes
formaciones rocosas con curiosas formas El Berrocal.
Echamos la vista atrás y para mirar las montañas y la antigua estación que
vuelve a quedarse sin pasajeros.
Salimos del Berrocal, mirando al fondo podemos ver las grandes canteras con
esos enormes bloques cortados y la
Sierra de la Cabrera.
Nuestro camino termina en la carretera M-631 al lado de una gasolinera.
Cruzamos la carretera al otro lado nos espera un camino. Pasamos junto a
una depuradora proseguimos hasta llegar al Arroyo de Gargüera. En
este punto podemos ver un antiguo Puente de Lajas de Piedra.
No vamos a cruzar el puente sino que seguimos bajando por una pequeña
vereda teniendo a nuestra derecha el arroyo.
La vereda es como un pequeño tobogán pues va adaptándose al terreno.
Unas veces estas muy cerca del agua y en otras te encuentras a
bastante altura. En alguna ocasión baje para ver una pequeña
cascada.
Continuamos por la parte alta mientras caminas disfrutas de una hermosa
vista del pueblo y del Cerro de San Pedro al fondo.
Comenzamos el descenso hacia la zona de la Cascada del Cancho. He de decir que hay que tener algo de cuidado en este último tramo de
la ruta. Ya que el terreno es algo resbaladizo y con cierta pendiente. Se
hecha menos que el ayuntamiento que anuncia a bombo y platillo dicha
cascada no haya puesto los medios para evitar un posible accidente. Si se
colocarán unos pequeños peldaños de madera y alguna cuerda donde poder
agarrarse y bajar con más confianza se evitarían dichos problemas y sería
más accesible. A pesar de eso se puede bajar con precaución.
A medio camino antes de llegar a la base de la cascada podemos observar unas
cascadas que forman unas curiosas pozas. En la bajada podemos optar por dos
posibilidades para llegar a la base de la cascada.
La primera opción de bajada que fue la que yo opte, es seguir
una vereda que baja directamente hacia la cascada me resulto más fácil
ya que luego seguí la vereda hasta una lancha de piedra por la cual me
deslice.
La segunda opción de bajada es seguir bajando por la vereda
principal y una vez abajo acercarte por detrás a la base de la
cascada, el problema que te vas a encontrar con una lancha de piedra
inclinada que resbala como el jabón y es menos accesible el llegar a
la base. Si van mas personas es posible sortear mejor este
obstáculo.
Una vez que hemos visto la cascada seguimos una vereda junto al
arroyo que nos va a dejar en un amplio camino que tomaremos a la
derecha.
Este camino nos lleva directamente hacia el pueblo. A la entrada pasamos
por la Iglesia de San Bartolomé y el Ayuntamiento hasta
llegar a nuestro punto de partida.
Nos encontramos en Navahermosa en plenos
Montes de Toledo. Una comarca que estoy comenzando a conocer y que tengo ganas de ir
recorriéndola por la belleza que esconde. Parte de estos montes se
encuentran enclavados en el Parque Nacional de Cabañeros.
La ruta de hoy me va a llevar a recorrer la Hoz de Carboneros un
hermoso cañón hasta llegar a las bellas cascadas que
esconde afanosamente en su interior.
Salimos del pueblo de Navahermosa por la pista que sale junto al cementerio
para recorrer los 4 kilómetros que nos separan del inicio de la ruta. Una
vez llegados al inicio de la ruta dejamos el vehículo en un pequeño
aparcamiento e iniciamos nuestra andadura.
Tomamos el camino de la izquierda en bajada, a la vuelta volveremos por el que tiene una pequeña cadena.
En la parte baja nos vamos a topar con dos puertas que cerramos tras cruzarlas.
La ruta va a ir subiendo junto a la orilla del
Arroyo de la Gimena. En nuestro camino vamos a ir descubriendo
pequeñas cascadas.
El camino se sumerge entre jaras y romero y comienza a enseñarnos al fondo la Hoz de Carboneros.
Según avanzamos por este bello paraje vamos a ver a nuestra derecha el
camino principal que sale desde el aparcamiento y que será por el volvamos al regreso. En él podemos ver una baliza informativa, hay que reseñar que en el recorrido vamos a ver poca señalización sobre todo en la parte alta. Los hitos de piedra nos ayudarán a seguir la vereda.
Encontramos un pequeño arroyo que
tenemos que vadear sin problemas y continuamos junto al margen del arroyo
de la Gimena.
Nos acercamos a disfrutar de la primera de las grandes cascadas de este
cañón.
La senda pasa al otro lado del arroyo, por lo que vamos a descender un poco para caminar por la margen derecha.
Nos adentramos en la zona más estrecha donde las paredes del cañón comienzan a envolverte.
En nuestro camino se asoma un hermoso ejemplar de Tejo.
El Arroyo crea unas bonitas cascadas sorteando las grandes moles de piedra que han caído al centro del cañón.
Tenemos que volver a vadear el arroyo para continuar la senda, pero antes de cruzar subo un poquito. Descubro una hermosa cascada escondida y de gran belleza.
Ahora la senda es algo más silvestre, se esconde algo más entre las montoneras de piedras caídas. Aunque se intuye perfectamente el camino a seguir. Hay que destacar que antes de llegar a la última de las cascadas la más hermosa, tendremos que pasar por una pared de piedra. Esta pared tiene cierto riesgo, por lo que en época de lluvia y de hielo es algo peligrosa por los resbalones. Aun así hay que tener cuidado en ella. Una vez que hemos pasado esta pequeña lancha de piedra te encuentras ante una maravilla de la naturaleza.
Es un lugar impresionante por esta belleza tan natural escondida entre las
paredes de este cañón. Me quedo un buen rato para disfrutar de este remanso
de paz.
Llega la hora de despedirnos y volver a retomar nuestro camino. Ahora
desandaremos lo andado hasta llegar al cruce con la senda de regreso que
será distinta a la que vinimos.
Eso si, sigo disfrutando cada paso que doy
escuchando el agua precipitarse por la innumerables cascadas que surgen a mi
lado.
Una vez que llego al cruce del camino de vuelta me despido del arroyo de la
Gimena para adentrarme en un pequeño bosquete de Coscojas, Robles y Pinos que me van
a llevar a mi punto de inicio.