Hoy nos hemos venido a La Pedriza, hacia tiempo que no volvía a este emblemático espacio madrileño del senderismo y otras actividades. Es uno de esos lugares que transmiten paz y magia, eso si, también hay que decir que para ello se necesita de un esfuerzo para recorrer sus pequeñas veredas.
Voy a salir desde un lugar que no lo había hecho antes desde la población de Mataelpino. Voy a subir por una senda que se ha vuelto a recuperar que nos llevará hacia el Collado de las Vacas en la Cuerda de los Porrones siguiendo el arroyo de la Gargantilla. Desde aquí bajaremos para conectar con el Collado Porrón que será por el que descendamos.
Salimos de un pequeño aparcamiento situado junto a la carretera M-617 un poco antes de llegar al pueblo de Mataelpino. Veremos las marcas del Sendero de Gran Recorrido GR 10 que transita por la parte baja de estas montañas. Subimos y cruzamos una cancela, en este punto nuestra ruta se divide, el camino de la izquierda es el que tomamos para subir al Collado de la Vacas y el de la derecha será por el que volvamos.
La primera parte es bastante tendida y suave, se nota que la noche anterior hubo tormentas en la zona y el camino esta invadido por el agua, la cual hay que sortear. Las jaras están aún empapadas de agua, voy poniéndome como una sopa los pantalones mientras avanzo, encima una rama de una jara me hace un siete en el pantalón, vaya bienvenida que me da la Pedriza jajaja. Hay que estar acostumbrado a todo lo que te puede acontecer en las salidas al campo. Prosigo pasando por una pequeña presa en el Arroyo de la Gargantilla. Algo más arriba una curiosa piedra me da acceso al circo que forma la Maliciosa es un verdadero espectáculo el que tengo ante mi. Continuo ascendiendo entre la estrecha vereda. Paso junto a una pequeña poza.
En un punto tengo que vadear el arroyo de la gargantilla, pues el camino que sigo sube directamente hacia La Maliciosa. Me desvío a la derecha y me encuentro la vereda la cual continuo subiendo. Hecho la vista atrás y contemplo el hermoso paisaje que he recorrido. A partir de aquí la pendiente se acentúa hasta que alcanzamos por fin el Collado de las Vacas a 1888 metros de altura.
Estoy en la Cuerda de los Porrones donde subí hace ya años con mi hija y realizamos justo en este punto entre la Maliciosa y la Maliciosa Baja un vivac. Me traen muy bonitos recuerdos de aquella aventura con ella. También recuerdo que algo más tarde realice la Cuerda de los Porrones Completa desde Manzanares el Real al Puerto de Navacerrada. Me quedo un rato descansando, almorzando y disfrutando de las espectaculares vistas que tengo. Se puede ver desde aquí el Ventisquero de la Condesa a los pies de la Bola del Mundo y de la Maliciosa. Este lugar es el nacimiento del Río Manzanares.
Retomo mi camino siguiendo la Cuerda de los Porrones en bajada, aunque la primera parte será con algo más de subida, porque subiremos a la Maliciosa Baja a 1938 metros de altura. Siempre que había pasado por aquí nunca subí, así que esta vez tocaba. Y la verdad que no me arrepiento. Se veía tan bonito el camino que casi me despisto y comienzo la bajada hacia el interior de la Pedriza.
Enlazo en el Collado de la Maliciosa o también llamada Falda de la Maliciosa. Desde aquí vamos a bajar rápidamente siguiendo el Sendero de Pequeño Recorrido PR-M 16 que recorre esta cuerda. Alcanzo una piedra muy singular llamada el Diente y en sus alrededores puedo disfrutar de las cabras montesas subiéndose como si nada a los riscos. Llego al Collado Porrón a 1673 metros de altura.
Yo pensaba para mi que todo el desnivel que había descendido me haría que la bajada desde este collado fuera mucho más tranquila. Pero que sorpresa me di, la primera parte es muy abierta y esta muy bien. Pasamos por unas bonitas praderas llenas de cantuhueso y jaras. Un pequeño murete de piedra a modo de vivac da una bonita estampa al conjunto viendo detrás de mi la figura del Diente y lo que he descendido.
Ahora viene lo mejor, la vereda se encajona entre las jaras, la bajada gana mucho en su desnivel, la arena suelta intenta llevarme al suelo y mira que lo intenta, aguanto sin caerme. Vas saltando entre piedras que las voy buscando a posta para no caerme. Estaba deseando terminar este pequeño tramo que al fin te deja en el Descansadero de la Majada de las Cuevas, la verdad que se notan las piernas al finalizar el descenso. Ahora el terreno ya cambia y se hace mucho mas favorable. Alcanzo de nuevo el arroyo de la Gargantilla que debo de nuevo vadear para enlazar con el primer cruce de la ruta. Ahora vuelvo por donde vine, deseo que os guste, intentaré volver pronto.
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