En este blog, me gustaría, que las personas que en su interior sientan deseos de expresar lo que deseen sobre lo que hacemos a la Naturaleza, al medio donde vivimos, ya sea bueno o malo y lo quiera compartir. Le invito a que lo haga aquí.
Nos encontramos en el pequeño pueblo de Villaviciosa de Tajuña en la
Comarca de La Alcarria . Esta zona es una zona que me encanta recorrer, siempre me
encuentro con lugares increíbles. No son grandes montañas ni paisajes, pero
tiene algo muy especial que me atrae. Algún día realizaré
mi propio Camino a la Alcarria.
La ruta de hoy la diseñe hace ya mucho tiempo pensando en mi amigo
Carmelo. Siempre me comentaba lo de ir a ver Cívica una aldea que es pedanía de Brihuega, con unas estructuras y grutas hundidas en el interior de la
roca junto a una bonita Cascada. Todos estos ingredientes me hicieron
ponerme en marcha para desarrollar este paseo. También tenía el aliciente de
caminar junto a la orilla del Río Tajuña. A la hora de la preparación
tenía mis dudas de continuidad de la ruta en algunos puntos del recorrido que
fueron superados sin problemas. Eso sí, si la volviera a repetir tengo mis
dudas si haría el trazado al contrario para evitar la última subida a
Villaviciosa de Tajuña, pero cada uno que elija el sentido que más le
convenga.
Salimos desde el pequeño pueblo de Villaviciosa de Tajuña que
tiene algunos tesoros por descubrir. Quedan los restos del Antiguo
Monasterio Jerónimo de San Blas que fue mandado construir por el
Rey Alfonso VI en el siglo XI, que curiosamente libero la ciudad de Toledo y que hace
poco hemos realizado una bonita ruta por Toledo Histórico.
En sus cercanías el 10 de Diciembre de 1710 tuvo lugar la Batalla de Villaviciosa.
Salimos desde la Iglesia hacia la carretera de entrada al pueblo, donde
vemos una picota y unos paneles informativos de algunas rutas que podemos
realizar por la zona.
Tomamos un camino hacia el Nordeste entre la umbría y los campos
helados de la noche. En la parte alta podemos ver los
Campos de Lavanda que ahora descansan hasta su próxima floración.
La parte alta nos deja ver en el horizonte hacia el Norte al majestuoso
Ocejón
con sus 2049 metros de altura.
Un pequeño bosque de Quejigos nos anuncia la despedida de los campos de
Lavanda para sumergirnos entre sus espesas copas.
La primera parte es algo más confusa, siguiendo los rastros de los rebaños de
cabras pero enseguida tomas una buena senda.
La senda termina enlazando con una buena pista que tomamos en descenso por
una pequeña vaguada.
Llegamos a los restos de las Casas del Peujar hoy totalmente
abandonadas.
Seguimos caminando, a cada paso que doy voy disfrutando de este hermoso
paseo. La Senda termina en un sembrado pero justo a mi derecha sale una
pequeña vereda que enlaza con otra senda.
Volvemos a subir para ganar algo de altura. Hay que prestar atención para
tomar un desvío a la derecha, yo seguí sin darme cuenta y tuve que
retroceder. Si veis unas colmenas a la izquierda, es que os habéis pasado el
desvío.
Retomo mi camino llegando al Arroyo del Pozón que vadeo sin
problemas.
Al seguir esta senda a más altura puedes disfrutar de las vistas del Valle del Tajuña, a la derecha me fijo en lo que fueron unas Antiguas Carboneras. Eran muy frecuentes antes, cuando se utilizaba el
carbón vegetal.
Estamos ya muy cerca de entrar en la pequeña Aldea de Cívica, el sonido del agua comienza a hacerse notar desde lejos. Se trata del Arroyo de Valdecívica, al precipitarse de gran altura forma pequeñas cascadas que no logro ver por la espesa maraña de zarzas, bajo un poco y logro ver algunas cuevas junto a un pequeño cementerio. Este trozo de ruta no está marcado por el mal paso de las zarzas, pero si queréis podéis realizarlo, desde este pequeño cementerio también se llega al pueblo.
Se nota que tiene
historia, podemos ver algunas fuentes antiguas muy bonitas y restos de Columnas.
Doy una pequeña vuelta por la pequeña aldea.
Me encamino a las afueras donde hay una pequeña vereda a la derecha que
te lleva a un lugar muy curioso.
Delante de nosotros se encuentra la maravilla de Cívica esas extrañas construcciones esculpidas en la roca, con sus escaleras, habitáculos y demás.
Justo al lado podemos ver precipitándose el agua, por esa espesa capa de musgo que le da un color especial. Ya he visto algunas de este tipo de cascadas por la Alcarria, pero esta es la que más me ha sorprendido. Al lado de esta maravilla, se encuentra una pequeña cueva a la que puedes acceder.
Al otro lado de la carretera tenemos un pequeño kiosco regentado por una vecina del lugar que amablemente me atiende y aprovecho para hacer un pequeño receso y charlar con ella junto a la orilla del río Tajuña.
Prosigo mi camino, ahora toca ir un poco por asfalto hasta que en un punto determinado observo una pequeña vereda junto al río, así que aprovecho para poder seguir una antigua Senda del río Tajuña. Se ven los restos de un antiguo puente hoy en día en ruinas. El paseo por este entorno es precioso, ver al río en su parte más joven.
Salimos a la carretera de nuevo para desviarnos a la derecha y pasar por un puente el río Tajuña. Seguimos ahora otro poco por una pista asfaltada con muy poco tráfico hasta desviarnos a la derecha y proseguir por el campo.
Pasamos cercanos a unas colmenas, siempre evitar acercarse y no molestarlas con ruidos. Ahora caminamos por la parte más baja del valle y puedes observar los montes que te rodean. En un punto también para poder realizar la ruta, nos vemos obligados a desviarnos del camino principal por la derecha y sumergirnos campo través entre los pequeños robles y quejigos, que nos dejan junto a un campo labrado. Proseguimos dentro del bosque cercano al campo que nos va a conducir a un nuevo camino.
El camino es amplio e invita a la paz y sosiego del caminante. Me fijo a mi derecha que puedo caminar por una pequeña vereda junto al río Tajuña que voy escuchando todo el camino junto a mí. Así que ni corto ni perezoso me acerco, el paseo es precioso.
Escuchas el sonido del agua al precipitarse en algún pequeño salto de agua.
La vereda finaliza y retomamos nuestro camino.
Subimos un poco sobre los campos ya segados y esperando su nueva cosecha, el campo esta precioso. El camino nos va a conducir a otro puente sobre el río Tajuña y de ahí a la carretera junto al poblado de Palazuelos del Agua.
Un poco de carretera hasta llegar a un desvío a la derecha. Desde aquí vamos a subir y subir hasta llegar al pueblo unos 2.5 kilómetros no son de excesivo desnivel pero a la hora de terminar se notan en las piernas, más cuando a la hora de realizar esta ruta he tenido que entrar y salir de algunos vericuetos para hacer un bonito recorrido final. Ya casi en la parte alta vemos un antiguo muro de piedra a nuestra derecha. Esto es señal que está ya muy próximo nuestro siguiente desvío.
Al ver un paso a nuestra derecha con el pueblo al fondo nos desviamos hasta enlazar con un camino que nos va a dejar de nuevo en el inicio de ruta.
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