Mapa de la Ruta
Hoy nos encontramos en la localidad de Villaminaya enclavada en los Montes de Toledo. Voy a realizar el Sendero de Pequeño Recorrido PR-TO 39 "Paseo por Moracantá y Peña Manaera". Se trata de uno de los numerosos senderos que ha balizado la Diputación Provincial de Toledo, a la que hay que darla la enhorabuena por su buen trabajo en este ámbito, GRACIAS.
La ruta de hoy nos va a llevar a pasar por alguno de los numerosos lugares de interés de la zona, como restos Romanos, Lagunas y numerosas fuentes.
Partimos desde la Plaza Mayor del pueblo, donde vemos un panel informativo de la ruta que vamos a comenzar y algunos de los lugares que nos vamos a encontrar en el camino.
Salimos por la Calle Toledo hasta el final, donde aquí nos desviaremos a la derecha. Veremos algunas balizas informativas del recorrido. Si seguimos la señalización no tendremos problemas de perdida.
En esta zona existen numerosas fuentes, algunas como antiguas norias. La primera que nos encontramos es la Fuente del Recén.
Según caminamos podemos ver delante de nosotros la Sierra de Nambroca y junto a ella una más pequeña con molinos de Viento.
La verdad que este municipio se haya rodeado por numerosas sierras como la de Noez, Mora, donde he realizado algunas rutas.
Otra fuente nos espera junto a la antigua Presa Romana de Moracantá.
Me acerco hasta los restos de esta antigua presa y me fijo que hay unos operarios realizando trabajos de cimentación y arreglo del muro. Me quedo un momento comentando algo con ellos y vuelvo de nuevo al sendero principal.
Llegamos a unas lagunas, accedo por una puerta y me doy una pequeña vuelta por ellas.
En el otro extremo de las lagunas podemos ver la Fuente la Vereda del Pilón.
Salgo de las lagunas y me dirijo para cruzar por un puente el Arroyo de Vallehermoso.
Una vez cruzado el puente nos desviamos a la izquierda para seguir el Camino de los Pañeros. Esta zona me gusto bastante.
Al llegar a una pista nos desviamos para seguir algo alejados del arroyo de momento. El camino hace sus curvas y le dan cierta belleza entre las piedras que surgen de la tierra.
De nuevo nos vamos a desviar a la derecha para tomar una parte del recorrido algo confuso a veces por carecer de una senda definida. Para ello se han colocado numerosas balizas y pintura en las piedras para evitar equívocos. Es algo silvestre y me doy cuenta que la senda entra en una zona delimitada por unos antiguos muros, hoy en día quedan poco de ellos.
Llego a un cruce de caminos en la zona denominada El Cercado. Me encuentro con una curiosa mole de piedra que me llama mucho la atención.
Bajamos para encontrarnos con otras joyas de la ruta se trata del Puente Romano sobre el Río Guazalete y la Peña Manaera. Esta última es una placa de piedra donde hay una surgencia de agua que nunca deja de manar agua.
En mi camino me encuentro con José el pastor de Villaminaya. Entablo una agradable charla con él. Me despido de él y de sus ovejas siguiendo el camino que me va a llevar hasta el pueblo.
Deseo que os guste.
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