miércoles, 8 de octubre de 2014

092 Nucaban: Morata de Tajuña a Titulcia pasando por el Castillo de Casasola y Laguna de San Juan


Mapa de la ruta






Comentario

Para empezar la ruta con buen ánimo, lo primero que hacen los caballeros andantes que son hoy de la partida, es tomar un café calentito con porras en la churrería cafetería que hay en la calle de la Iglesia número 40, que llegamos desde la parada del Bus 336 y 337, por la plaza de la Constitución y plaza de Claudio Vázquez. Somos bien atendidos y prometemos volver en la próxima ocasión que se nos presente.
Con el buen humor que nos caracteriza, recorremos la población por la calle de la Iglesia y del Carmen, para salir al camino en dirección al río Tajuña, que cruzaremos por un estrecho puente. Dejamos el camino asfaltado y tomamos un camino de tierra que discurre paralelo al río y que nos separa de la hermosísima vega y un enorme terraplén natural donde la erosión ha esculpido hermosísimas y caprichosas formas en los picachos a cada poco podemos observar.
La expedición cruza la carretera M-311, a la altura del kilómetro 13 y andamos en paralelo a ella durante unos metros por un camino de tierra, hasta encontrarnos con un camino que nos viene por la izquierda. Ahora a la derecha tenemos una zona ajardinada donde observamos carpas y diversas construcciones que nos dan la idea que es una finca dedicada a restaurantes para celebraciones familiares.
Los caballeros no se rinden y siguen con su caminar. Aquí suben un cerro, allá hay que bajar por una pendiente considerable. Entre viñedos, nogales, los olivos nunca faltan, la vega se tiñe del dorado color que le dan los maizales a punto de ser cosechados. Es otoño y la luz hermosa que nos acompaña, hace quedarnos perplejos ante las espectaculares vistas que nos ofrecen las alturas que nos proporciona el Castillo de Casasola o cualquiera de los oteros que alcanzamos abandonando por momentos el camino para incorporarnos posteriormente al mismo.
Llegamos a la carretera M-404 a la altura del kilómetro 53 y vemos a nuestra derecha una parada de autobuses de las líneas 337 y 416, que en caso de necesidad nos llevarían a la plaza de Conde Casal.
Andamos por el asfalto y recorremos unos quinientos metros, (cuidado que hay mucho tráfico rodado y lo haremos siempre por la izquierda), hasta cruzar y tomar el camino de tierra que se ve a nuestra derecha, que seguiremos hasta que un poco más adelante se bifurca en V. Veremos la indicación de Laguna de San Juan a la izquierda y esta dirección tomaremos.
La laguna pertenece al término municipal  de Chinchón. Es una hermosísima extensión de agua cubierta por la gran cantidad de carrizos que en su tiempo eran utilizados como combustible para calentar los hornos donde se cocía el yeso, tan abundante por estos parajes.  Zona de refugio de numerosas especies de aves que también eran cazadas por los antiguos  moradores de Chinchón.
El galayo nos reta y no lo dudamos. Con gran esfuerzo y sacrificio cuatro de los caballeros de la partida se encaraman en su cima para contemplar el más bello espectáculo que podamos imaginar. Sin resuello, (a alguno se nos viene a la cabeza alguna copla muy querida: los unos vienen pariendo, otros a medio parir y otros paridos enteros), pero con la satisfacción y la alegría de la vista que tenemos de la laguna, de la vega y de Titulcia, nos dejamos arrastrar por las sensaciones que nos produce semejante maravilla.
Bajamos con prudencia para evitar torceduras y nos acercamos a una sima que nos encoge el corazón e instintivamente nos apartamos porque la profundidad produce vértigo, aunque como aguerridos caballeros no nos acobardamos y buscamos el punto donde podamos observar el fondo, donde yacen los esqueletos de dos vehículos, preguntándonos si serán veinte o treinta metros lo que la naturaleza ha escavado.
Cuando llevamos andados aproximadamente 20.500 metros, nos encontramos otra sorpresa: Una casa cueva perfectamente conservada, aunque deshabitada, hace las delicias del fotógrafo del grupo. Es espaciosa, aprovecha todos los huecos que la naturaleza ha hecho y también la mano, o piqueta, de los propietarios que acondicionaron perfectamente la bóveda.
Los restos de la Batalla del Jarama también se pueden ver un poco más adelante. No nos cansaremos nunca de repetir que aquello fue una barbaridad y se deberían conservar aún mejor como exponente de algo que no debe suceder nunca más. Las trincheras, los nidos de ametralladora, puestos de mando, etc., siguen ahí como vigías de un mal sueño antes de llegar a la M-320.
Por un camino paralelo a ella nos vamos acercando al río, pero antes debemos cruzarla y recorrer unos metros por el asfalto hasta llegar al viejo puente de piedra que cruzaremos.
Llegamos al punto de destino y reponemos fuerzas en el restaurante Casa Miró, donde nos esperan los caballeros Carmelo y Pablo, que hoy no han sido de la partida por distintos motivos, pero que nos acompañan a la hora de restaurar nuestros maltrecho estómagos.
Ruta larga que se puede hacer en otoño, invierno o primavera. En verano lo desaconsejamos por la distancia y por el calor.


Transporte utilizado: : En renfe hasta Santa Eugenia 1.8€, el autobús en la carretera de Valencia número 337 hasta Morata de Tajuña 4.20€ y la vuelta desde Titulcia a la Renfe de Ciempozuelos 2€ y desde allí la Renfe 3.55€. Total del viaje 11.55€.


Época del año: Primavera, Otoño, Invierno.


Galería de fotos







Caballeros participantes: Antonio, Tomás, Frank, Amador, Julian, Manuel.


Vídeo de la ruta







Indice de dificultad   Media

Distancia: 23,8 km
Desnivel +  147 metros  Desnivel -  175 metros
Tiempo total: 6h 23'
Tiempo en movimiento: 5h 03'
Tiempo parado: 1h 20'
Velocidad media total: 3,7 km/h
Velocidad media en movimiento: 4,7 km/h
Ritmo medio total por KM: 16' 06''
Ritmo medio en movimiento por KM: 12' 44''
Indice IBP Index:  68






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