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Cumplidas
quedan ya las dos etapas anteriores con subida y bajada de los
puertos de La Morcuera y El Reventón respectivamente. Hoy nos
disponemos a llegar a Segovia en una etapa que los ciclistas llaman
de recuperación, tras haber superado dos gigantes de la sierra de
Madrid.
Nos reunimos
los caballeros que son hoy de la partida en las cercanías de la
oficina de turismo de la villa de La Granja de San Ildefonso,
recordando a los ausentes, dedicamos esta caminata a las madres en
general y a las nuestras en particular, las que aún están y las que
se fueron.
Seguimos sin
tener noticias de alguna señal que nos indique que estamos en el
buen camino para llegar a Santiago de Compostela, ganar el jubileo y
rendir culto al Apóstol, suponiendo que seamos creyentes. Pero nada
de nada, aunque seguiremos buscando.
Por la plaza
de Isabel de Borbón y calle Alameda llegamos a la carretera de
Segovia y caminamos por un lateral de tierra hasta encontrarnos con
la presa del Pontón Alto en el río Eresma.
Hacemos un
alto en nuestro caminar para deleitarnos con la hermosura del Sistema
Central en su vertiente segoviana: El Reventón, el Macizo de
Peñalara, Siete Picos, el Montón de Trigo o la Mujer Muerta entre
otros, son muestra de su majestuosidad en esta hermosa mañana de
primavera.
Rodeamos el
embalse hasta el muro de contención para contemplar el bello
espectáculo de los aliviaderos soltando agua, semejante al enorme
gigante aliviando su vejiga, aunque lo que suelta es agua pulverizada
pura y cristalina, para que nuestro fotógrafo Amador haga preciosas
instantáneas que se pueden contemplar en nuestros archivos.
Tomamos el
Camino de la Presa del Pontón Alto o Senda del Eresma y cruzamos al
otro lado, (seguimos buscando las indicaciones del Camino de
Santiago). Por debajo de la presa hay un puentecito por donde pasa la
Cañada Real Soriana o de las Merinas, por donde en su día pasaban
enormes rebaños y hoy se conserva gracias al empeño de muchos y
entre ellos el grupo senderista NUCABAN. Es el GR-88.
Un ligero
tentempié escuchando el ruido del agua al caer y retomamos nuestro
caminar por la margen derecha del río Eresma disfrutando de una
vegetación frondosa, escuchando como el agua se aleja juguetona de
su cárcel, como si disfrutara de la libertad que nunca debió
perder, pero que lo hizo gustosa para que los humanos puedan saciar
sus sed en épocas de escasez y que tan mal se lo agradecemos.
Sin asomo de
señales del Camino, seguimos confiando en que vamos bien y podamos
llegar al menos a Segovia, cruzamos los arroyos del Muerto y Gamones.
Paseamos por diversos pontones que hay para cruzar de margen y
comprobamos que se hace piragüismo en este tramo del río por la
presencia de barras verticales colgadas de cuerdas, que indican las
puertas que los piragüistas deben pasar.
Encontramos
una hermosa cascada al lado de las destilerías DYC por cuya puerta
pasamos y continuamos camino sin entrar, ya que nuestra idea es
llegar a Segovia y no quedarnos ninguno en el camino.
Desde aquí la ruta es monótona, por una carretera asfaltada que pone a prueba los pies de los andarines a pesar que no hace demasiado calor y el calzado el cómodo.
Desde aquí la ruta es monótona, por una carretera asfaltada que pone a prueba los pies de los andarines a pesar que no hace demasiado calor y el calzado el cómodo.
Cruzamos la
SG-V-6126, carretera de Palazuelos y tomamos un tramo de camino hasta
la SG-V-6122 por cuyo arcén caminaremos hasta Segovia.
Por la calle
Padre Claret, dejamos a la derecha el colegio de los Cleretianos de
donde salen a esta hora los chavales con una maravillosa algarabía,
dando alegría a todo aquello que encuentran a su paso, incluido el
acueducto, que empieza en su cercanía, se alegra de tanta animación
y sus piedras muestran orgullosas su aspecto juvenil de más de dos
mil años desafiando el paso del tiempo.
Seguimos
buscando las señales del Camino de Santiago. El fotógrafo del grupo
no se cansa de inmortalizar estos monumentos y los caballeros pasando
a su lado.
Abatidos,
desilusionados, con el corazón roto porque no sabemos si hemos hecho
el Camino de Santiago por donde se debe o por otro alternativo,
cuando despertamos del sopor y damos por cierto que estamos bien
encaminados: ENCONTRAMOS UNA VIEIRA EN LA
ENTRADA DE LA CALLE CERVANTES. Dimos gracias
a todo el mundo especialmente a los mandamases por tanta magnanimidad
y cuidado con los visitantes, aunque seamos pobres peregrinos y con
semblante reflejando nuestra mejor sonrisa llegamos a la plaza Mayor
por la calle Juan Bravo, insigne comunero que no comunista, aunque
algunos se empeñen en lo contrario, y que dio su vida por unos
ideales nobles y una causa derrotada por los poderosos, como siempre.
Con
esta ruta dimos por cumplida la ilusión de unir la perla del
Henares, (Alcalá), con la joya de Castilla, (Segovia).
Época recomendada: Primavera, Otoño, Invierno.
Transporte: Llegamos a Segovia en autobús y desde allí, tomamos un autobús hacia la Granja de San Ildefonso cuesta 1,40€. Salen cada 45 minutos desde la estación de autobuses de Segovia. La vuelta la hacemos en autobús a Madrid.
Galería de fotos
Video de la ruta:
Caballeros participantes: Antonio, Tomás, Miguel, Fermín, Amador, Román.
Nivel de dificultad: Fácil
Distancia: 14, 1 km
Tiempo total: 4h 09'
Tiempo en movimiento: 3h 44'
Tiempo parado: 25'
Velocidad media total: 3,39 km/h
Velocidad media en movimiento: 3,44 km/h
Ritmo medio total por km: 17:43 min/km
Ritmo medio en movimiento por km: 13:40 min/km
Indice IBP Index: 37
Descargar Track ruta GPX aquí
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